Nada por
el calor porque todo se pegotea. Pero la formación paulatina de grumos-producto
de un empastamiento interno- que no se disuelven, sino que empeoran su tamaño y
a los que finalmente y con alguna suerte se le ven los ojos primero. Al final sale
la cola. Son los que más me gustan. No importa dónde si papel o teclado. Pero
la tinta verde o roja de birome me paraliza. Cada libro genera sus propias
reglas de corrección y crecimiento.
Cuando el futuro libro va tomando cuerpo es imprescindible una copia en papel y
una lapicera para laburar sobre algo más concreto. Prefiero el ruido de la
calle y la música fuerte a la misma vez y levantarme mil veces a poner a lavar
ropa o regar las plantas cosa que tranquiliza mi ansiedad, cocinar no funciona
porque se me quema todo.
A veces me visto de alguna manera en especial para crear esa cuestión ritual,
pero sin demasiado resultado.
Cuando era más chica se me ocurrían cosas antes de dormir, ahora caigo como un
tronco y espero que resurjan a la mañana. No puedo escribir si no es en Arial,
la Times New Roman me parece espantosa y la primera cosa que hago al
entrar a un archivo es cambiar todo por Arial 11.
En realidad, todo empieza con notas sueltas en un cuaderno o un archivo de Word
que generalmente tiene nombre como “basura”, "cualquiera", donde se
van acumulando cosas de una misma familia. La filiación es en algún lugar de la
cadena del ADN y a veces imposible de distinguir. Esas hilachas que siempre
están al final del archivo, si logran remontar el río suben a las páginas
anteriores y se convierten en poemas o simplemente desaparecen.
A la vez que los poemas crecen, lo hacen las gramáticas que los rigen, el desbole inicial toma de a poco algunas constantes o ejes que lo organizan y el plan se define. A veces es necesario, en este punto, cierta investigación que en general es en Internet y no sólo incluye textos en castellano sino también imágenes y cualquier otra cosa que se cruce. En el caso de Deshuase la lectura de las crónicas del difunto Enrique Sdrech fue absolutamente determinante. Néstor hizo que leyera sobre naufragios y sobre la Antártida en general mientras que Oftalmología me llevó a los libros médicos. Estas lecturas complementarias son fundamentales para el fortalecimiento del libro porque ayudan a crear ese estado mental que supone para mí estar en el proceso de escribir un libro. Me resultaría imposible estar con más de uno a la vez, como hacen algunos irresponsables.
Es imprescindible que los textos descansen antes de masacrarlos nuevamente, lo
que parecía un hallazgo al otro día es pretencioso o pertenece a otro libro. No
creo en la partenogénesis donde las partes nacen ya terminadas sino en el
trabajo duro de ajuste y precisión. Además, hay cierto placer en el sufrimiento
de cambiar y volver a cambiar algo de lugar hasta que me convenzo –aunque sea
momentáneamente- de que tiene el lugar que necesita. No todos los libros
tuvieron la misma cantidad de correcciones, algunos parecen más claros de
movida. En general queda una cuarta parte de la gran masa inicial.
Primero aparecen palabras sueltas que forman ideas que "linkean" con
otras palabras y otras ideas que llevan a un universo interno. Después viene la
ley: reglas sumamente arbitrarias y caprichosas con las que disfruto. Todo el
tiempo y cada vez todo tiene que sonar acorde, no tienen que sobrar sílabas ni
las acentuaciones pueden negar oponerse a las palabras o ideas sobre las que
trabajo. Un sonido fuera de lugar es la mejor manera de eliminar basura.
Poemas
con un hueco verdoso en la herida
mancha calentita de pis en el colchón
eso también irrita piensa Ceci
una mancha con millones de gatas peludas pardas
echamos kerosene y se prende fuego todo
resortes
colchones de colonia con aureolas
cantidad de internados
condiciones mínimas requeridas por el establecimiento
asistencial albergue de pacientes
cantidad de profesionales por paciente etcétera
la posibilidad de seguir participando
cantidad de piel con golfos
taladrada por la posición en la cama
un solo secador de pelo para secar
por pabellón las escaras en talón culo codos
invierno nada en Luján
los bichos encanastados
una pinza para arrancar molares
el punto exacto en el cuello
la doctora
los distingue
en los surcos del barro
pájaros que comen de otros
pájaros que migran
cuando un ojo de lenguado
se va al segundo hemisferio
apreciaciones sobre la desaparecida
tenés muchos agujeros Cecilia
más que el resto de las mujeres
que nadaron por el Luján
todo el cuerpo patinoso
como una milanesa
de seso el sábalo
es otra posibilidad
los internos confunden colchón con pileta
la doctora sufre como una mariposa rosa
que no puede irse en el viento
como la ceniza del Hudson pierden
el control de las manos
en la orilla
impedida por la espuma respira globitos detergente en el barro
medio arenoso
el tomate
de los sanguches en verano
2.53 pm entre los médanos
movimientos del coro
las diminutas partículas de tierra
depositadas por un río largo
sobre un femenino caucásico
grupo de islas varicelas
de arena misionera
ensucian la porcelana del cutis
vasta planicie babosa
nuevo estómago
dura de miedo
mi hermana
cuando entran a construir el nuevo ramal
el entubamiento del Maldonado causó graves
trastornos en el tráfico de Pacífico y tuvieron
que mover las paradas de lugar
ablación e implante
el cuerpo se ordena adentro
cuando médico abre abdomen
frente a River agosto de noche
parecen manual de sexto grado
las imágenes fuera de registro
los bordes amarillos
a la izquierda como bilis
como los juguetes cuando cerramos los ojos adentro del cajón blanco y
naranja saltan de la
fórmica juegan pero Cecilia y yo sabemos lo que pasa con las colonias de
cosas doctora me
escucha?
una inesperada derivación tuvo en la víspera
la investigación que se efectúa en torno a la
desaparición de Cecilia Enriqueta Giubileo al
trascender ayer que la médica había sido vista
en San Juan
Alicia podría ser telescopio si supiera por dónde empezar
los pulmones mutan aceleradamente son
radiadores las manos de milanesa a pala mecánica
cuando saca el cuerpo del agua
marrón verde marrón marrón
llevan a diputados el caso
por ejemplo los genes de lenguado
que se han introducido al tomate
buscando darle resistencia a las heladas
podría introducirle a mi hermana
los intestinos que vomitó en Córdoba
el cuerpo sin órganos
podría ser Rojik
la cáscara de naranja
por tercera vez
en la banquina junto con todo el almuerzo
huimos a Córdoba
hay problemas con la guía visual
cada vez que frenamos Cecilia histérica
en mi hermana el cuerpo de una persona Cecilia
fallecida se desfigura
cuando se le extraen los órganos
multitud de bichos
lámparas llenas en la YPF sobre la ruta hacia La Falda
chocan la cara todos
aletazos de sábalo queriendo
volver a la colonia las palomas
en la Plaza Houssay los evangelistas de traje
con cuarenta grados
en la plaza con palomas
parecen seguir el mismo patrón de comportamiento
km 2.054
qué olor a mariposas sobre el motor
hirviendo cuando andábamos toda la noche
el radar caliente
quiero las llaves para entrar al baño de la YPF
afectadas
de azufre ceniza volcánica del Hudson en 1991
tiene Rojik en la cabeza
los delirios del médico residente
se le fueron
una vez cruzada la general paz
maneja despacio
ondas amplificadas por la cúpula ondas que retumban los agudos sólo se escucha
una voz
en Puente Saavedra
que dice
pare de sufrir
la esponja
la vegetación espinosa los montes de coníferas
los bosques de caducifolias las coníferas
adentro pasto amarillo de tres meses
de pelopincho
el arenal
los esteros lagunas abajo
todo lleno de Cecilia
toda Cecilia convertida en el agua mineral que tomamos
en una YPF
tiraban los apéndices a un pozo
después de cincuenta años
son los suelos de mayor fertilidad
y valor económico del país
buena estructuración granulosa
donde van todos los tumores extirpados
las mandarinas la naranja
las partes que sólo conectan
ropa su estetoscopio también
San Jorge con garzas
suelos
pantanosos o semipantanosos
orgánicos
suelos por acumulación de restos
escasamente descompuestos
ruega por nosotros
las moscas
Rojik anda con el abdomen
abierto con boca llena de guiso
y los pantalones bajos
pasamos por Sierra de las Quijadas
un embole a veces mi hermana se parece
a Cecilia un gesto de pescadito muerto
ruta: tejido conectivo
la distancia entre las YPF
en la provincia de Córdoba
la forma en que se ordenan
los pedacitos de manzana
en gelatina verde
el mapa glandular
declarado reserva mundial por la onu
con gusto a río
le pusieron
un Giubileo
afeitan los pelos del cuerpo
con agua hirviendo las obsesiones
los caminos químicos en la cabeza
que producen las gorras reglamentarias
de goma naranja Córdoba provincia
frío en la ruta de altas cumbres
sobre el piso pelado
la camionetita con olor a hongos negros todo el tiempo
mi hermana vomita
siguen yirando
la YPF desierta el día de año nuevo
pinchamos radiador 78 kilómetros
después de Alta Gracia quisimos ocupar nuestros lugares
en la camionetita recién adjudicada japonesa
que antes llevaba cirujanos del Borda al Torres
sacamos un poco el easy slider
para estirar las piernas
la heladerita queda en el baúl
antes de ser empanada se preguntó
Cecilia cómo será una cámara
registrando la muerte celular el potasio
que también tienen las bananas
crían plumas
dan vueltas a su cabeza plateada
por la luz en el acceso norte
el tanque refleja y mordemos la banquina
aire pesado de verano
cuando reventaron a Rojik
contra el paredón celeste
De, Deshuase
Temprano
los filamentos
pelo
cuando abro los ojos a la mañana
y el cielorraso
como en un cine hace de telón
plano pongo todos los bichos
y les miro la panza
los brazos obturo inicio
reinicio por el flanco derecho
un anélido
come de la mano de una hidra
espero estén conmigo mañana
vidente
la doctora habla normal
sobre los bichos en el líquido del ojo
¿cuándo mira objeto blanco?
¿cómo naves en el aire? ¿cuándo las busca?
moscas volantes fisiológicas
en el aire en el líquido del ojo
diagnóstico tratamiento no hay
y por qué no doctora en vez de bichos
obtener visión
de mutaciones en el orden
anomalías en el comportamiento
la química cerebral cuando usa
toma desecha decisión de algo
y lo ejecuta
alcanzo hasta esas medias secándose en la estufa
después de haberlas usado en las botas
lentes de contacto
abría mucho los ojos
para que el cielo se acercara
hasta adentro mío podía entrar
por el espacio celeste
secar y refrescar
mis ojos de plástico
podía entrar
Los párpados
estiro en once lycra y puedo ver
la parte blanda de los cuellos de tortuga
cómo entra a la cocina Katia despacio
a tomar agua despacio pero ágil
el mar podría traer
el mismo mar que miro
podría
traer
una pelota
una sandía
el mar como una manta
podría traer más arena
mientras Katia mira
y me vuelve a mirar
un día la dejé sobre una plataforma
petrolera en la cocina con dos bancos
juntos y en el medio ella
una princesa de Gualeguaychú
la misma cara de terror
al desintegro
fondo de ojo
los jardines en las casas alquiladas
paredes de ladrillo agreste
infinidad de telas de araña
chiquitas pero tupidas también
blanco del polvo que vuela
fortalezas
igual a tu espalda
el jueves
perpendicular al colchón
mira hacia afuera
esperando el momento
no me animo a meter un palito
visiones de refracción
si la cabeza permanece
en hawai no así
sus miembros
que perturban quietud
con mínimo contacto
un ejército de hormigas
le provocaría meningitis
frente a mis ojos la pared
recta y bien terminada
señala el lugar de exclusión
ya intenté el bombardeo masivo
procesiones discretas
y los días festivos echar alcohol
una hormiga queriendo
sin acceso al frutal
la misma sandía
fruta que se corta al medio
pierde 94 por ciento de agua
queda la costa en situación expuesta
esto es el vacío
volver a casa
por sarmiento al 1900
presenciar la mampostería al aire
azulejos celestes en el borde del cielo
caños moldura piso tres
la atracción entre cuerpos no sólo se aplica a los planetas
tengo un rollo sin revelar
con últimas vacaciones el cumpleaños
prefiero el pigmento de las ciruelas
si cambian el color antes de caer
finalmente al pasto
el silencio en los espacios
atonta salgo rápido
sin acomodarme el sweater
el corazón
¿cuándo siente una ciruela
su carozo que la planta
y la sombra alejando su copa tanto?
¿cuándo
siente la piel quebrarse
hinchada
los ojos en exceso de vida abrirse al sol
reventando camisa botones
como Hulk increíble y verde
bajo la lluvia?
el espacio tiene modificaciones
un botón de más
un fideo que escapa al colador
todo en ausencia de amarillo
De, Oftalmología
Ximena May
Ximena May (1972), Néstor, edición cd-rom (2000); Deshuase, Ediciones
Del diego 2002; Oftalmología. tsé-tsé 2005. www.ximenamay.com.ar
Quería preguntarle a Ximena May si hay forma de conseguir Néstor. Leí un artículo de Mariana Bustelo que lo trabaja y me interesó realmente mucho. El trabajo que hace Mariana es impecable y lo que allí se lee de Néstor me pareció de una rareza nueva. Gracias y felicitaciones por la entrada a la infancia.
ResponderBorrarAna