domingo, septiembre 26, 2021

MARCELA MERONI

  



Es difícil para mí definir qué es la poesía. Tal vez pueda intentar aproximaciones. Creo que encuentro lo poético en el misterio, en cierta condición de lo inexplicable y, sin duda, en un ritmo respiratorio y una musicalidad. Hay un intento de aproximar la palabra al objeto, intento que siempre es vano pero que en su misma imposibilidad despliega la poesía, que se abre por los laterales.

Escribo mucho y soy muy caótica. No tengo disciplina alguna, excepto en la corrección. Porque en realidad ese caos tiene que ver con lo que me estimula a escribir que es de lo más diverso (una imagen, lecturas de narrativa, pensamientos repentinos, sueños). En cualquier momento aparece esa urgencia que me lleva a mi block de notas. A veces siento que puede abrirse una serie de poemas en una unidad de escritura y si ocurre me dejo estar pero sé que hay una antenita oculta y atenta que va registrando y en algún momento transforma en palabra. Nada de lo que digo me ubica en el lugar de la pura inspiración: creo en el laburo y lo ejerzo, las correcciones son momentos arduos y laboriosos y llego a sentir el cansancio en el cuerpo, y una disposición corporal como de orientación hacía un llamado.

Corrijo siempre, dejo pasar un tiempo, retomo el poema, vuelvo a corregir…y finalmente doy por terminado más como un acto de voluntad que como una certeza.

 

 

Poemas

 

Veo desde la ventanilla del taxi

el edificio de arriba

del Imperio Bar

bordes macizos

cortinas pesadas

recuerdo a Camilo

y su cama de hospital

y a Tsvietaieva

 

su madre

la música

descubrir

de niña

que una palabra

te lleva

a otra que nunca es

la cosa

que nombra.

 

 

La cortina vuela

a latigazos

afuera de la ventana

como la lengua

de una serpiente

bífida y veloz

en la esquina

un auto de policía

bolsas de nylon

que arrastra

el viento

un pájaro negro

que no vuela

cae

y yo

solo una blusita.

 

 

El encierro

achica todo

economiza

vacía

y encoge

nada sobra

ni se expande

nos acomodamos

en los rincones

sentimos

que las palabras

de ayer

sosas

deslucidas

caen

como esas polleras antiguas

llenas de volados.

 

El borde de la ventana

clavado en el cielo

la noche de mi infancia

abierta al sur

ciudad vacía

cosmos

un astronauta

desde el cordón umbilical

de una nave

en la pantalla

de la tele

 


Marcela Meroni


Marcela Meroni, estudió Historia e Historia del Arte. 

Actualmente ejerce su profesión como Lic. en Marketing.

Es autora de los poemarios Otros mundos, después (Halley, 2019).

El parto de la reina (Halley, 2020).

El anuncio de un grano de sa,l junto a Laura Vacs (edición de autoras, 2020).

Plano lateral de una naranja en proceso de edición.

Participa de la antología digital Tapabocas (Milena Caserola, 2020).

 

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