Establezco como mi hito inicial con la literatura, aunque nunca sabré si es así, un día allá por los 10 años, cuando cursaba 5to grado de la primaria, la maestra nos dio como tarea para el hogar una composición sobre “el árbol” yo recuerdo someramente que escribí algo que relacionaba el árbol y sus raíces en la tierra con la familia y sus raíces en la comunidad... y entonces hubo un “Muy bien 10 Felicitado” y el llamado a mis padres y toda una eclosión familiar. Para esa época yo leía a los superhéroes, Batman, Superman, Linterna verde, Spiderman, etc., mi madre me regaló un libro de Julio Verne, pero yo seguí leyendo a esos fantásticos superhéroes, que fueron mis compañeros de lucha por mucho tiempo, y me animaría a decir, hasta hoy en día. Han arriesgado a designar mi escritura como “realismo urbano” aunque ha sido clasificada diversamente, es una poesía formalmente de lenguaje urbano, seco y a veces ácido, despojado de imágenes abstractas, con escasa adjetivación, contaminada de intenciones irónicas, y ocasionalmente revestida de un descarnado erotismo, donde todo el poema funciona como una sola imagen, intentando crear en el texto un clima naturalista y cotidiano, una atmósfera realista que en un instante, es fugazmente iluminada por un resplandor, que al impactar en el cuerpo del lector y en función de su propia carga de emotividad y empatía con esa temática escritural, le den al texto dimensión poética.
Aunque reconozco dos registros bastante diferenciables, uno más minimalista y urbano y otro más prosaico y coloquial, ambos sostenidos sobre un sustrato claramente ideológico, que me permiten definirme como un ‘poeta social’, aunque recreando la poesía social de los ’60 a través de otras formas expresivas.
De alguna forma me siento deudor de poetas como Juan Gelman y César Vallejo, y en líneas generales de la "poesía social latinoamericana"; "el coloquialismo"; "la poesía beatnik" "el realismo sucio"; "el minimalismo"; “la poesía maldita francesa”; y “el neorrealismo italiano” aunque estas marcas no se vean a simple vista.
Me anima cierto “programa poético” que consiste en lograr una expresión comunicacional simple, para llegar a un lector “ingenuo” o “salvaje” y en un segundo código decirle algo más, a un lector “sensible” o “competente”.
Escribo poesía, o, mejor dicho, el intento de llegar a ella, debo decir acá, que la poesía es para mí, una hembra, una hembra voluptuosa, casquivana y esquiva, que intento atrapar cada noche y nunca lo consigo y esto de alguna forma me mantiene vivo.
También escribo, pero en un plano más racional, narrativa, relatos y micro relatos y ensayos literarios. Intento algunas traducciones del inglés, y realizo por pedido reseñas y críticas literarias.
Creo que, desde siempre, hace ya 40 años, he estado escribiendo el mismo poema de diversa forma, dicho en una forma más cabal, los temas que me preocupan son los mismos: la utopía, la palabra, la revolución, la cotidianidad, el sexo, los seres marginales y los detritus del mundo, o sea los hombres y mujeres y sus angustias, sus búsquedas, sus obsesiones, y la interminable búsqueda del paraíso perdido.
Mi actividad literaria actual es leer, escribir, participar de encuentros, congresos, jornadas, lecturas, dar lecturas y talleres de lectura/escritura en escuelas.
Vivo de la poesía, pero trabajo como analista de sistemas en una empresa informática y hago esporádicamente artículos periodísticos de género literario o político.
Creo que el desierto patagónico es una tierra fértil para la poesía, que acá se ha superado largamente la estética folklórica y anquilosada de muchas otras zonas del país, además hay un caudal poético importante y diverso, con grandes poetas que merecerían mejor suerte y mucha más difusión, pero todos sabemos que las manzanas que cultivamos con esfuerzo en la Patagonia, la saborean en las grandes ciudades.
Mi utopía personal con la palabra poética es seguir defendiendo la libertad de pensamiento, intentando formar en los jóvenes un pensamiento crítico, y tratando de aportar una semilla de manzana a la utopía de un mundo mejor, que creo posible, desde mi humilde lugar, desde mi precaria palabra poética y revolucionaria.
Poemas
Hambre
Me tragué la luna
de un tirón,
sorbí cinco estrellas
y dos nubes negras,
me comí
una pierna, los pechos y un ojo de mi hembra
y aún tengo hambre de este mundo.-
Strip-Tease
Los sonidos se entrecruzan,
giran y se desnudan
lanzando pájaros negros contra la pared,
trazos de piel
y pelos vaginales estimulan
el poblado espejo de la estantería.
Hay rastros de sudor y alcohol
en la barra umbrosa que me sostiene.
Algo me dice
que el descuartizador de Milwaukee
preparó el espectáculo.
De, Camino Cansado entre Cuerpos
De, Camino Cansado entre Cuerpos
¡Felices Fiestas! ¡Felices Fiestas!
Esa tarde eran siete
cuatro varones y tres niñas
jugando a la mancha sobre el montículo.
Después de un largo rato
transpirados de cansancio
cuando el sol brillaba sobre latas vacías de tomate
sintieron voraces mordidas en el estómago
y se sentaron a buscar algo comestible.
Natalia, la mocosa de cinco años
la de piernas como palitos de helado
encontró un pedazo de guirnalda dorada
la enlazó formando un efímero corazón brillante
y le gritó a sus amigos:
¡Felices Fiestas!, ¡Felices Fiestas!
y rió con picardía
como un esmirriado ángel de alas rotas.-
A orillas del Mahavavy
Estoy aquí sentado en el comedor
como si estuviera en Madagascar
empapando mi mirada en las aguas del Mahavavy,
y aunque se que ese río que corre
entre la pieza y el televisor, es pura ilusión
siento las gotas frías del agua golpeando mi cara
mientras observo a lo lejos
las goletas en persistente vaivén.
Tal vez sea esto;
y no este poema, ni todos los anteriores
ni los infinitos poemas que se escribirán;
la misteriosa e inalcanzable poesía.
De Nada que decir, inédito.
De Nada que decir, inédito.
Memoria
en las tierras del salvaje y la masacre
no se renueva en tramposas páginas de historia.
Mi arcillosa memoria, me habla de un niño
jugando a las escondidas con las sombras
de una infancia que huía a carcajadas,
o en medio de una desolada calle
entre cardos rusos gigantes
matar a Butch Cassidy (1) en duelo memorable.
Otra tarde, pelear con dragones mitológicos
con la espada de un álamo moribundo,
o ser el gran bailarín Rojitas (2)
y hacerle cien goles imposibles
a un arco de tamarisco y matacebo.
La memoria de ese salvaje que fui
no sabía de increíbles dinosaurios carnívoros
ni de los vengadores de una patagonia trágica,
tan solo dejó algunos corazones con nombres olvidados
en la corteza de un viejo coihue,
y unas cuantas piedritas de tardías payanas
sobre la tierra calcinada de Challacó (3).
(1) Butch Cassidy: pistolero 'norteamericano' , que escapando de sus perseguidores y en sus raid de asaltos a los bancos, en el año 1900 llegó hasta las tierras de Chubut, provincia sureña de la Patagonia Argentina.
(2) Rojitas: habilidoso jugador del club Boca Juniors de Argentina, que fuera un crack en la década del '70.
(3) Challacó (olla de agua): antiguo campamento petrolero, con una veintena de casas, una escuelita rural de dos aulas y una plaza de tierra. Hoy, uno de los tantos caseríos fantasmas de la patagonia.
Tres Amigos
Dos soles rojos y siete lunas plateadas
iluminaban las tardecitas de mi pieza,
el desierto estático de mi ventana
se oxidaba lentamente contra las bardas,
y las negras cigüeñas patagónicas
iniciaban su danza nocturna.
Batman entra por la puerta
y me dice en tono enérgico
- ¡vamos te necesitamos
Superman nos espera! -
y allá vamos los tres
a salvar el mundo una vez más.
Ni Alonso Quijano ni Ernesto Guevara
mis camaradas revolucionarios
fueron un millonario y un extraterrestre
y yo mutaba caóticamente:
Acuamán, Ringo, Cochís
Daniel Boone, Meteoro o Rojitas,
siempre hubo un traje brillante
donde enfundar mis delirios.
Ni molinos de viento enloquecidos ni generales asesinos,
cardos rusos rodantes y lagartijas histéricas
eran los enemigos más visibles.
Repentinamente, una sirena demasiado real
rompe el encanto,
debajo del cono del luz
un vaso de vino tinto, varios puchos retorcidos
medio rostro recalentado, la mano temblando
miro hacia abajo
y juego sobre la hoja con dos pelos
que no resistieron los avatares de la nostalgia.-
De Agonistas del fin del mundo
De Agonistas del fin del mundo
matria
la conocí una lejana mañana
que flameaban banderas.
hablamos en bares y bodegones
durante un tiempo rojo.
una noche en una calle oscura
le acaricié los senos.
nos amamos una tarde
cerca del basural
mientras sus hijos buscaban comida.
sigo enamorado de sus despojos.
El preguntón descolocado
a L. Lamborghini
el tipo preguntó por los pájaros desposeídos
por las patas de los pájaros
que se lavan en la fuente.
preguntó por los pájaros hambrientos
por el pico de esos pájaros
gritando 'no pasarán' en esta nación piquetera.
por los pájaros poéticos
por la lengua de esos pájaros
escribiendo papeles sin fe ni sudor.
el tipo preguntó por los pájaros
por el vuelo de esos pájaros
pichones que se embolsan la cara
para escuchar la voz de Dios.
preguntó por los pájaros
por los ojos de esos pájaros
al ver la íntima luz de una niña
vejada por el patrón.
por los pájaros
por las alas de esos pájaros
cuando sangra el ano de un niño
violado por la respetuosa santidad.
el tipo preguntó por los pájaros
y se fue volando.
De Mínimo mundo
Próximo a editarse en el Plan Nacional de Lectura
De POR LAS CALLES, EN LA NOCHE
En la Tasca
Sentado a esta mesa
bebiendo un vino que no saboreo
charlando con alguien al que no oigo
y según dicen es un poeta del norte,
ella
a dos mesas de distancia
habla y ríe sin pudor,
goza plenamente de esos momentos
en que las miradas la rodean.
Ella que no sabe
dónde estalla la soledad,
o cuántas ausencias me trago
en este vaso de vino.
Ella
que no sabe de la angustia de los ojos
cuando su cuerpo se torna borroso.
Conveníamos
Mientras fumábamos el resto
del goce de los cuerpos
la otra noche decíamos:
que cuando el día se inunda de sombras,
la luna se quita su máscara de luna
y se disfraza
de nuestros monstruos más conocidos
desquiciando los sueños de los injustos.
Conveníamos también
que esto sucede
los viernes de brujas y duendes
o cualquier otro día de la semana
por la noche,
aproximadamente entre la una
y las tres de la madrugada.
Justo cuando la calle allá afuera
y nosotros aquí
en esta pieza de hotel
ya no somos tan convenientes.
Piedra azul
Entre alturas vanas y restos humanos
los ojos húmedos estaquearon la luna
sobre la negra sombra de Dios.
En el fondo del bolsillo
los dedos rozan un objeto contundente,
la diminuta piedra azul brilló en la noche,
impasible se quedó mirándola
el espacio que dura una vida.
Mucho tiempo después
algunos transeúntes aseguran
que cerró la mano con fuerza
y ya sin memoria
abandonó la cornisa.
Corrientes a las 11
Caminar a las 11 de la noche
por avenida Corrientes,
bares agonizantes de luz amarillenta
pálidas caras sin marcas de ilusión,
sentados muy juntos, un par de muchachos
se acarician el pelo con ternura.
Un hombre de traje, desesperación y corbata
ahorcándose a cada paso
corre el último subte.
En un rincón del bar "el ángel"
la mujer traga apurada y mira insistentemente la calle.
Yo estoy tan expuesto
que ha decidido no fijarse en mí.
José
Todo sucede en el momento menos pensado
cuando ya nadie esperaba encontrar la tijera
ella aparece como por arte de magia
arriba de esa pila de libros
donde nadie, absolutamente nadie la había dejado.
De esto hablábamos el otro día cuando
José, el párroco del barrio
doblando la sotana en la silla
encontró la bombacha que María
hacía días buscaba con desesperación.
De CERCA DE LA MADRUGADA
Perros y ratas
La noche acaricia el lomo de los perros
que se encorvan molestos entre la basura.
Una rata roe con insistencia un tronco mugroso
que flota en el charco de la esquina.
La calle está desolada.
Cuando abro la puerta, tambaleándome
el reloj de la pared murmura las cinco de la madrugada.
Como de costumbre, caminaré por la casa
como un ladrón nocturno,
y cuando entre a la pieza
ella seguirá con los ojos cerrados
aunque recién entonces, se dormirá sin dolor.
Despedida anual
Hablaban, reían y bebíamos,
el humo formaba extraños animales
en el aire de la noche.
El fuego borraba la memoria
y emitía señales humanas a mundos desconocidos.
La vaca descuartizada
había cumplido su cometido final,
otro animal caliente merodeaba la escena
reclamaba encargarse de los restos óseos.
Una inesperada canoa incendiada
atravesó el río
creando estupor en los corazones ebrios.
A esas horas del festejo
los chistes verdes
se tornaron agresivamente personales.
Faltaba poco para el homicidio estadístico,
pero el suicidio de la noche llegó antes
y cada uno partió a su cueva
arrastrando los restos
de otra despedida anual.
Hospital/operación
Cuando desperté
en la cama de al lado estaba él, Toledo
apretando la manguera del sachet vacío de suero
para que las burbujas transparentes que bajaban
no le entraran en las venas.
Hacía 40 minutos
que había pulsado la perilla de la enfermería
y ahora gritaba desesperado.
Yo no sabía muy bien que me había pasado
lo último que vi fueron seis lámparas encendidas
dentro de un gran plato de aluminio
y una aguja brillante rompiéndome la carne
hasta perforar ese hilo azul
que latía dentro de mi brazo.
De DURANTE LA RUTINA DEL DÍA
Quién dice?
Quién dice que el infinito es impensable?
salgo apurado a pagar los impuestos
tengo poco tiempo
debo volver urgente a mi monitor perverso,
y repentinamente pasan un par de piernas que...
entonces me detengo y me quedo mirando el infinito
simple y llanamente el infinito.
Un viejo asqueroso pasa a mi lado y escupe
en el borde del vacío
a centímetros de mi zapato derecho.
Viejo de mierda, no le voy a perdonar
que ande enroñando mis dulces abismos.
De CONJETURANDO EN LA NOCHE
Una gran noche
Anoche fue una gran noche.
No siempre pasa que todo suena en armonía,
que cada sonido encaja con delicadeza
en el hueco justo.
Que la luna se parece a la luna
y el cielo al cielo.
Que su boca permanece en reconfortante silencio
y mi mente descansa sin traición.
Voces
Si el caos es parte inevitable de este mundo desquiciado
tan sólo un orden mágico
me devuelve a la zona reconocida,
donde innumerables voces nos aturden
desde brumosas cavernas.
De ese maremágnum de sonidos
logro discernir dos o tres
que duelen más cerca.
Así reconozco con relativa precisión
el grito impredecible de mi hijo,
de esta mujer callada
junto a mí
algún susurro esporádico,
y la voz entrecortada de un amigo
flotando en el vacío.
De TANTO AMOR ME INTIMIDA
Visita
La fui a ver con alguna excusa
- hola como estás - me dijo
y pasé a su living.
Tomamos un café y charlamos de nada y de todo.
La verdad, que mientras hablábamos
estaba especialmente preocupado en descubrir
si estaba sola, si no había nadie en las habitaciones.
Estaba contándome sobre las últimas
aventuras del hijo menor,
pero yo solo pensaba
en levantarle el vestido
arrancarle con violencia la tanga
(que se traslucía con el sol)
y penetrar en su delicia dulce y mojada,
así, sentado como estaba
y ella cabalgando con fervor
sobre mis piernas.
Después nos despedimos con un beso
- no te pierdas - me dijo, al salir.
Justo a mí, pensé
que siempre me pierdo cuando la veo.
De A MODO DE INACABADO FINAL
Hablando de ciertas cosas
Ahora hablo de otras cosas,
de razones dudosas para sostenerme
de ideologías descoloridas,
de algunos hombres envueltos en niebla
o mujeres agotadas de amar,
y de estos mundos desparejos y absurdos.
Ahora hablo de otras cosas
y no sé si soy claro.
Hay una deshilachada humareda en mis palabras
ya no me sale -mi querido César-
espuma por la boca.
Ya no cabalgo como el viento
palabras desbocadas
azotando su lomo para meterles vehemencia,
ni siquiera corro el colectivo cuando
está escapando de la esquina,
lo dejo pasar con cierta displicencia.
No estoy hablando de la incipiente vejez
o del interminable cansancio de la lucha.
Nada tan sabio o valeroso.
Nada de eso mi viejo amigo.
Ahora hablo de otras cosas
y no sé realmente si soy claro.
Aldo Novelli
Aldo Luis Novelli, poeta, cuentista, ensayista, inquisidor del alma humana y habitante de bares nocturnos. Nació el 04-03-57 en la ciudad de Neuquén, en una madrugada de juerga y carnaval, vivió hasta los 13 años en Challacó, un campamento petrolero en medio del desierto patagónico, hoy un caserío fantasma, luego vagó por el país hasta retornar al terruño, la ciudad de las manzanas prohibidas, enclavada en el valle de las quimeras, donde reside actualmente. Edita el plegado de arte y literatura Animal Urbano. Libros publicados: La noche del hastío, Ed. Limón, 2003, plaqueta 16 poéticas,Ed.Limón, 2004; Agonistas del fin del mundo Ed. La luna que, 2005. Publicó en las siguientes antologías: Poesía y cuento patagónicos, 1992; La Poesía en Neuquén Ed. Sec. de Cultura del Neuquén, 1993; Poesía y cuento de la Patagonia Ed. FBPN, 1994; La Palabra escondida Poesía escrita durante la dictadura militar, 1996; Poesia Neuquina de los 90 Ed. Narvaja Editor,1996; Canto a un Prisionero de Ed. Poetas Antiimperialistas de América, Otawa,2005; País de vientre abierto antología de poesía social argentina, Ed. Ediciones Patagonia, 2005; El verbo descerrajado antología en solidaridad con los presos políticos de Chile – LOM ediciones; InSURgentesantología de las Primeras Jornadas de Literatura argentina en la Patagonia , Ed. Limon, 2005. Ha publicado poemas, cuentos y ensayos en diversas revistas de literatura y páginas digitales. Ha sido traducido parcialmente al inglés, portugués, italiano y catalán. Fue miembro del jurado del Fondo Editorial Neuquino, integró el grupo de poetas Poesía en Trámite formado por veinticinco poetas de la región, que realizaron lecturas, espectáculos y perfomances callejeras y del grupo Poetas del Montón que formaron la Casa de la Poesía de Neuquén. Estudió parcial y caóticamente, la carrera de Licenciatura en Letras y la de Periodismo entre otras. Actualmente es corresponsal de la revista de poesía Mapuche, del sitio en Internet El Muro Cultural y la revista de poesía El camarote de Viedma, provincia de Río Negro. Trabaja como Analista de Sistemas en una empresa de servicios informáticos, y se siente con mucho pudor, poeta: e-mail:novellister@gmail.com
Gracias Selva por este poético procedimiento.
ResponderBorrarAbrazo de sur.
aldo.-