viernes, agosto 27, 2021

CLAUDIA BAKÚN

 


¡Ay! … ¡qué difícil definir qué es la poesía! …Creo que justamente porque ella se escapa, se quiere escapar de toda etiqueta o definición.

Es necesidad pura cuando aparece en lo que para mí es su más auténtica expresión, profundamente arraigada a la vida y a la conexión que se tenga con la propia alma en ese momento. Estoy hablando desde mi experiencia, que tampoco ha sido siempre la misma a lo largo de los años que llevo puesta en este planeta.

A veces mi conexión con esa alma o voz interna fue débil, o se secó, y de esos momentos puedo rescatar una expresión poética más velada, relacionada también con un énfasis mayor en la corrección, como si la calidad del poema dependiera más de su arquitectura, de su formato. Me ha sucedido durante largos períodos en que mis poemas pedían mucho descanso para decidirme a considerarlos dignos. También me suele suceder aún el hallazgo de escritos cuya lectura me regocija, encontrados en viejos cuadernos o anotaciones dispersas.

Es mucho más frecuente que la poesía se me presente como una canción, un canturreo, una música o melodía, de la cual a veces he tomado el automatismo más puro que he podido, tratando de recoger el sonido en desmedro de la lógica.

Otras veces, se presenta como voz interna que dialoga conmigo, que me muestra un modo de sentir y vivenciar las cosas que me suceden y me propone un camino para expresarlas casi inmediato, dando lugar también a unas maneras de corrección mucho más amables, en el sentido de que se dan en forma casi instantánea, y no como un largo proceso. A veces, casi no existe la corrección.

Pocas veces la poesía se me ha presentado como imagen visual, pero sí, también me ha sucedido que se mostrara así en ocasiones.

No es frecuente que escriba siguiendo un plan, aunque a veces he seguido el impulso de realizar pequeñas series acordes a determinada temática, como por ejemplo al traducir en forma de poema otras manifestaciones artísticas, por ejemplo al escribir sobre una película, o una expresión plástica o musical.

Lo más habitual es que escriba según el discurrir que aparece en un momento dado sin racionalizar el propósito o la hilación que pueda tener respecto de otros poemas. Descubro muchas veces que esa hilación se impone por sí misma, cuando los temas que se van presentando tienen estrecha conexión con mi vida.

En estos últimos dos años y medio, gradualmente fui recuperando una conexión perdida con la poesía en especial, y también con otras formas de escritura. Me encontraba más volcada a la pintura, y escribir me resultaba un ejercicio poco refrescante. Sin embargo, me he visto profunda y gratamente sorprendida por el advenimiento de un tiempo poético personal de una fluidez que gradualmente se exacerbó, convirtiéndose en una fuente abierta casi en forma permanente, y recordándome bastante en su forma de manifestarse la frescura de mis primeras conexiones poéticas siendo una adolescente. En ese camino me encuentro, siguiéndole yo la pista a ella, a la poesía, y más allá de los resultados obtenidos, agradecida porque un proceso de transformación personal me venga guiando a este reencuentro que no estaba tampoco en mis planes, como creo que en general sucede con las cosas más bellas o fundantes que nos puedan ocurrir.

 

Poemas

 

LADY GODIVA

 

aprender a morir debe ser un asunto de audacia,

como aprender a vivir

andar a caballo desnuda por esta vida

como lady godiva

envuelta por mi pelo canoso y

largo laaargo laaaaargo

como esta pandemia que parece no irse más

Me compraré un caballo: no un pony

como le pedía a mamá de chica

no

un caballo grande y lustroso, posiblemente negro

aunque también marrón estaría bien

o blanco

un caballo como todos: tierno

y de ojos grandes y lánguidos

luego me desnudaré en la plaza

y me subiré en él

me reiré del ridículo tan eróticamente

tan amada

que no quedarán dudas.

Sin conclusiones y sin manta

me envolveré en mi pelo

el corazón dará impulso hacia adelante

y a cabalgar

por supuesto sin saber

por supuesto tomada del pelo del caballo

o de las riendas si hubiera riendas

mas sin saber hacia dónde ni cómo ni de qué modo nunca

la intensidad del paso del trote del paisaje

mi brújula mojada de río o de mar siempre

irá hacia donde deba y al dictado

con armonía de sombra y alaridos de luz

cantando entre la lluvia

habrá melodías sabias y pasto y un sendero

nada que lamentar

una gran emoción dentro del cuerpo

irradiando

y la mano extendida

como quien da y recibe

como el amor que te reconoce

y presiente en tu mano una caricia

como el aire

respirando sin fin y sin comienzo

así

nomás


(inédito, 2020)

 

***


todo es muy importante ahora:

la forma de mi nuevo repasador

su textura

lo que siempre lo fue:

la dimensión del llanto

lo felices que somos juntos en el agua

cómo se abraza a un ser amado cuando sufre

cómo llorar bien lo que se llora

cómo reír con toda el alma puesta

la eficacia de un abrazo justo a tiempo

los amigos que saben de nuestra alma

o que les gusta que les contemos cómo es

qué nos hace felices y qué gusto tiene

cómo se baila la alegría

cómo no se nombra nada

nada

que no sea imprescindible nombrar de algún modo

cómo no se sabe lo que se llora

cuando suena esa canción de cuando chicos

y algo en el pecho se nos hace arcilla

y se pone blando

y se amasa

y entonces no se sabe más

y ahora que saco las milanesas del horno

me acuerdo de mi mamá

de cómo inclinaba su cabeza hacia atrás

cada vez que sonaba esa música

y no otra…

Pide aliados el placer de vivir

pide aliados la epifanía de alegrarse

con la alegría ajena

y de morirse un poco

con el dolor del otro

pide aliados el mundo cuando es bello

cuando refulge

cuando infinitamente presentimos

de qué se trata

 

(inédito, 2019)

 

*** 


Vos repartías coquitos de papel crepe

Te habías disfrazado de palmera

en la fiesta de disfraces del crucero

y sacaste a bailar al capitán

y te reíste mucho

e hiciste reír

Esa lozanía

de la piel del alma

te dibujaba por entero

eras exceso

eros

alegría

No nos faltó el abrazo

ni esa costumbre eterna

de darnos la mano en los cafés

mamá

cómo hago ahora, explicame

para andar en un mundo tan tacaño

tan flojito y asustado

de sentir

decime vos

ahora que te heredo

que me hago cargo

de tu generosa imperfección

y la elijo

decime vos

dónde pasa el crucero aquél

así no llego tarde

 

(inédito, 2021)

 

*** 


fue hoy así

como recorrer los parques hasta donde tienen esquinas azules 

y sentarse cuando el sol va bajando a mirar las rosas

y que sea demoledora la belleza y azorarse

decirse qué es todo esto, qué hermoso es el mundo

¿estaré sobre el infierno mirando las flores 

como decía el haiku?

y si así fuera , si me fuera dado elegir con quién

contemplar esta belleza

te elegiría

 

(inédito, 2021)


MAR MAR MAR…


ni bien entré a la iglesia había recordado mi pasado al sonar la canción que de adolescente cantaba cuando cristiana era y me llamaba, y no importa si ojos o corazón: algo se me llenaba de agua por dentro

yo venía del mar: me había dejado arrastrar demencialmente por él con una felicidad de la que jamás había sabido…había sido esa tarde hirviente más niña que de niña entre revolcones de risa y olas, de dejarme hacer por la rompiente lo que ella deseara conmigo

y llegué rota y feliz a ese lugar que me protegería de una tormenta que iba a venirse con piedras, y de la que sólo quedó el asfalto mojado y un anuncio vacío

entonces fue cuando ellos empezando a llegar se intercalaron entre nosotros los sentados y se quedaron parados a capella entonando esa canción tan sublime que casi lágrimas era yo convertida a ese sonar entrante en mi pecho abierto a la experiencia por el mar revuelto en corrientes y contracorrientes

y la sensibilidad de mi adentro desbordaba mientras la sensibilidad del afuera señalaba la belleza de bach como un mar renacido y era eso lo justo: que la música fuera tan bella como lo no creado por las manos humanas

y era tan eso lo que sonaba que él daba saltos mientras dirigía la cantata y yo sentía algo hermoso en medio del pecho y aunque tuve el impulso de ponerme a bailar en medio de la iglesia, predominó por muy poco la llamada cordura por sobre la audacia del hacer, pero no por sobre la audacia del sentir

y hasta parecíame que diosito, ese que estaba clavado en la cruz, se iba a salir de sus clavos para ponerse también a danzar o saltar

nada más bendecido que lo que sonaba podía impregnarnos y esas voces salían desde un lugar joven de las gargantas también jóvenes y yo que había querido tomar la eucaristía después de cuarenta años de no probar el pan y el vino y no me había animado , aunque estaba más pura que jamás antes bañada por ese mar blanco y frondoso,  ahora era también aura del llamado de lo inmenso en la música mar

yo estaba preparando el milagro y el milagro se venía, y hasta había un perro vagabundo entre la gente y los bancos de la misa y el pan y el vino hervían en las bocas y la confabulación de bach y del mar terminó entre sudores y apretones de manos y saludos efusivos de unos cuantos fantasmas que estuvimos presentes en ese cuento escapado del tiempo hacia el sitio inefable en el que levitaríamos en asombros y nada ya vibraría sino de belleza, de milagro mojado sonándonos por dentro mientras las calles brillantes de lluvia nos llevaban a eso que solemos llamar casa. 


(inédito, 2019)

 

Claudia Bakún


Nací en Buenos Aires en la primavera de 1964, aunque soy de tierra adentro por adopción.

Estudié y me recibí de Profesora Nacional de Música en el Conservatorio Carlos Lopez Buchardo, y de Profesora Nacional de Dibujo y Pintura en la E.N.B.A Prilidiano Pueyrredón. Si bien di conciertos durante algunos años, la Música quedó ligada a la Enseñanza en Escuelas Públicas desde que comenzó la Democracia hasta la fecha, y a otras incursiones más informales. Amo todos estos caminos, y disfruté muchísimo de mi labor docente.

He picoteado en distintas danzas y propuestas corporales desde temprano en mi vida, y como profe de Música pude darme el gusto de acompañar Clases de Danzas. Pocas cosas hay que me hagan tanto bien como las peñas, los fogones y las milongas.

Mi formación literaria es esencialmente autodidacta, exceptuando la valiosa experiencia de taller realizada con Norberto Uman y Norberto Covarrubias, a quienes considero mis maestros, fundamentalmente al primero.

Participé en encuentros poéticos como Clima enrarecido, del grupo Signo Ascendente, en el Encuentro Abrazo de voces organizado por Las Pretextas, y en espacios de lectura como el Rincón de los poetas, el Café de las Pretextas, el Ciclo Literario Antonio Aliberti, El orate y la musa, entre otros.

En 2010 participé del Foro de Haiku de El Rincón de Haiku, sitio en el que me interioricé en este género, siendo considerada haijin.

Desde 2010 impulsé mi blog Pinceles Verdes, variopinto, básicamente dedicado a poesía y literatura, algo de narrativa y divagues filosóficos varios.

Recientemente realicé un Taller de escritura auténtica coordinado por Rosa Goldenberg.

Edité dos libros de poesía: Sombraluz (Edición del autor, colección el fandango,1994); Accidentes geográficos (13000 pájaros ediciones, 2014). Y hay muchos escritos y libros inéditos por compartir aún.

 

5 comentarios:

Errandoentrepalabras dijo...

Claudia Bakún en lo que escribís, además de belleza se ve tu espíritu libre y romántico. Lady Godiva y Mar Mar Mar tan especialmente lindos...Felicitaciones

Unknown dijo...

Sos hermosamente inmensa e intensa, como tu escrita!

Claudia Bakún dijo...

Recién leo estos comentarios: Muchas Gracias!!!

Claudia Bakún dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Claudia Bakún dijo...

Gracias Cecilia, querida y admirada. Gracias a quien me dedica el segundo comentario, de quien me gustaría saber su identidad. De todos modos, vuelvo a agradecer por tomarse el amoroso y alentador trabajo de comentar. ¡Muy amables!