domingo, mayo 13, 2018

NICOLÁS GARCÍA SÁEZ





La poesía...puede ser muchas cosas. En este momento es una respuesta que evoca un estado de ánimo con el color agridulce del otoño, o un río helado. Luego, la necesidad o el entusiasmo pueden invitarme a materializarla a través de las palabras, que acaban de ser niebla entre mis pensamientos, y lo que hay alrededor de esos pensamientos.
Intento ser disciplinado, avanzar con el tipo de método que a mí me funciona con agua fría. El sedimento, los ecos de lecturas anteriores, incluso las propias, pueden estar, así que es probable que cada tanto se cuele, en el esbozo de un verso o alguna estrofa, algo que a alguien se le coló en algún verso o estrofa -los ecos suelen ser de los trovadores antiguos- la cual, muy probablemente, proviene de otros versos y otras estrofas...y así.
A veces salen de un tirón, y suelen ser los que más me gustan. Otras veces me veo tallando el detalle, casi siempre con un color y adjetivo. Depende la solemnidad o ligereza que me devuelva el texto, voy corrigiendo con más o menos rigor. Por lo tanto a veces corrijo lo necesario, otras poco o, directamente, no corrijo.
Intento escribir entre el silencio del amanecer, mientras los poemas aparecen por medio de susurros, sonidos, imágenes, música, recuerdos, ilusiones, detalles, versos ya escritos o que se van escribiendo en el aire, y que solo tengo que depositar en un cuaderno.


Poemas



UNA TORTUGA

La prehistoria
es algo increíble
descansa en un balcón
por el módico precio
de una cajita de cartón
que le servirá
para atravesar con su legado
(de millones
y millones de años)
el invierno porteño



POEMA QUE PUDO HABER SOÑADO LA TINTA CON LA QUE MIGUEL DE CERVANTES ESCRIBIÓ LA PRIMERA PÁGINA DEL QUIJOTE

¿Y por qué no querrá acordarse, tan grácil caballero
del nombre de aquel lugar perdido en La Mancha?
Privilegiado poseedor de rocín, astillero y adarga
tiene además la fortuna de contar en su olla con vaca
salpicón, palominos, lantejas, quebrantos y duelos

Además es florido portador de un sayo de velarte
calzas, pantuflas, vellorí, un mozo, ama y un rocín
una gran casa, el tiempo para leer y volverse loco
y un boato con cincuenta años de ocio, a sabiendas
que en esta época, el vecindario perece a los treinta



POEMA QUE PUDO HABER SOÑADO PEDRO LINARES ANTES DE FABRICAR SU PRIMER ALEBRIJE

Amanece y dos tortugas
cargan un mundo multicolor
de paisajes lunares en su lomo
víboras azules
con antenas de caracol
cubiertas de flores, azúcar y copos de nieve

cargan rinocerontes con bigotes carmesí
cabezas verdes, zapatos rosas
la risa breve en sus jorobas prominentes
y burros, con alas de mariposa
¿cartón o copal?
leones con cabezas de águilas sonrientes

Turquesas, como los mares del golfo, de fuego rojo, como los atardeceres en La Merced. Tantos gallos mansos, con sus ojazos de toro, me indican el camino sabio hacia la ventana y lo único que oigo es una palabra, que se repite, y se repite, y que dice:

¡Alebrijes!
¡Alebrijes!
¡Alebrijes!


UNA LUCIÉRNAGA

En el vasto campo
oscuro, nocturno
argentino
se apaga
y se enciende
el milagro

Nicolás García Sáez


Periodista, fotógrafo, editor, coordina también dos Colectivos Culturales Independientes. Se dedica además a  la docencia, a las artes plásticas, al videoarte, al cine, al teatro y a la música. Dirigió secciones y suplementos de viajes y trabajó con diarios, revistas y líneas aéreas de Argentina, Latinoamérica y España, donde vivió seis años. Publicó los poemarios Neptuno y las Faunas, Los Sueños Ajenos, Los Sueños Ajenos, volumen 2 y Como la lava leve, el libro de relatos poéticos Breve cuaderno de las epifanías, el libro de crónicas y ficción Cinco crónicas americanas y un viaje a la Luna y la obra de teatro 24 horas con mi Álter Ego y mi Súper Yo. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, al italiano, al francés, al portugués, al hebreo, al gallego y al alemán. 



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