martes, enero 21, 2020

EUGENIA COIRO





Qué es la poesía. Ensayo algunas respuestas. Un filtro para ver mundos. Una lupa que aumenta y quema. Una cámara oscura llena de música. Un procedimiento para revelar secretos. Una rendija en la puerta entornada que da al jardín. Lo que se ve a través de ella agita los sentidos. Lo que se escribe agita la lengua. Vibra el cuerpo. Cuando insiste en latir toma la forma de un poema.
La escritura me es indispensable. Son muchos los motivos. Escribo porque necesito traducir algunas imágenes, personajes, lugares, sensaciones, estados. Escribo para aliviarme, para desagotar el corazón. Escribo para ver. Escribo porque algo se activa cuando estoy leyendo y encuentro poesía, es como si una música ancestral hiciera mover a mis huesos.
Algunas de esas escrituras se hacen poemas. Para que eso pase hay un camino: vuelvo a leer, escucho el texto en la voz, lo pongo a prueba. Las palabras se escriben, se tachan o se borran, se sustituyen, vuelven; y lo mismo con los versos. El proceso de corrección o edición es lo que más tiempo me toma y lo disfruto mucho. Trabajar el poema como un todo pero también diseccionarlo, rascar cada parte, preguntarle por qué a cada palabra, a cada verso. Me alejo del poema, un poco, no demasiado, vuelvo a mirarlo intentando saber de qué está hecho, qué pasa con su forma, su sonoridad. Rara vez cuestiono la imagen, la escena, aunque a veces pasa que en ese momento de revisar descubro que ha quedado algo por decir o algún personaje ha surgido en ese escenario y es necesario un nuevo poema en el que pueda habitar.

Poemas

Los bañistas
diseminados
en la semicircular 
costa gris
destacan
lo vivo carne
ardiendo sus trajes
colores vivos
sombreros claros
montoncitos de 
ropa apilada
torsos piernas 
rosadas mejillas salpicadas por el mar
al oeste las montañas
desiertas se quieren
apagar contra el cielo
una bruma clara
vela el marrón
en las laderas y suaviza
lo vegetal

***

El mar es un lugar oscuro
a pleno sol
el relieve de la orilla
tostadas elevaciones que saben a sal
abajo
el frío
refugio
lo descubro con mis dedos
hurgo y acaricio
quiero entrar salir 
las olas hipnóticas
con sus pliegues plateados
suspenden el tiempo
en la espuma
abandono todo deseo
la insistencia del sol
por un instante
cierra mis ojos

***

te cubrí de caracoles
y piedritas del mar
supe distinguir mi intento
cuando esa luna roja
despejó el cielo
rápida, exagerada
tan poema
me pude ver

***

Como hace tiempo 
querría que me lleguen 
noticias de tu voz 
escondido en un jardín 
Hojas, caracoles
un puñado 
de arena 
de río
Me gustaría escuchar 
el sonido de una abeja
cosquilleo vibrante 
todo 
contado por vos 
Guardar bajo mi lengua 
esas chispas ruidosas 
ácidas y dulces. El secreto 
estallando adentro 
durante el resto del día


***

Cuánto tiempo
toma a la herida
desaparecer
completamente
olvidada
y si esto es
como me parece
imposible
cuánto tiempo tarda
en hacerse invisible
en volverse menos que un recuerdo
una mancha grisácea
en la superficie 
lunar

Eugenia Coiro


Eugenia Coiro nació en Buenos Aires, es periodista (Tea) y correctora literaria por el Instituto Eduardo Mallea.  Desde 2014 coordina talleres de escritura en Siempre de Viaje-Literatura en progreso. Realiza diversas tareas para Viajera Editorial, forma parte del consejo editorial, corrige y colabora en la producción de eventos artísticos y literarios. 
Publicó los libros: Fragmentos del fin ,Viajera, 2016; Agua o niño que corre ,Viajera, 2014; Bengala Hotel, Viajera, 2011 y 374, De los Cuatro Vientos, 2007. Su poemario Bestiario de un jardín con sombras está en proceso de edición. Integró las antologías: La tinta y el blanco, Ediciones Mallea, 2009; Himnos Nacionales, Años Luz, 2014 y Cómo decir, Ruinas circulares, 2018. Entre 2009 y 2011, algunos de sus poemas fueron publicados en la revista española Cuadernos del Tábano. Fue invitada al V Festival de Poesía de Lima en 2014. En 2019 participó del Festival Permanente y en el proyecto feriaamericana.online 

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