lunes, julio 23, 2007

ROXANA PÁEZ




 Máquina del gorjeo

 

 

Trepé por las ramas y el cuaderno

 

quedó abierto con un piolín atado

 

a la espiral de cobre.

 

 

 

Cuando tirara del cabo se cerraría

 

en forma automática al subir.

 

Pero el verso no entró.

 

 

 

Parecía considerar el asunto,

 

si así puedo describir el estado

 

de indecisión,

 

 

 

al sentirse atraído

 

en direcciones opuestas

 

por dos impulsos diferentes.


 

 ***



Escala de lo seco a lo fluido


Las letras de tinta no son muy distintas
del humo que suelta la cama de papel
en el fuego.


Y mi placer no tiene nombre cuando las palabras suben
a fundirse con la tormenta, en un ritmo aleatorio
de mariposas harapientas.

.

Sentimiento de lo que no existe todavía

Y sorbiste el tanino de las hojitas de té
para despabilarte al cielo con mangrullos crujientes,
mientras los cuerpos sueñan del otro lado
de la puerta con un diario sobre la cara.

La radio zumba con la frecuencia perdida
en el avatar del viento,


como el jején que halló su muerte
por asfixia y presión adentro del cuaderno.
Un punto negro donde no pensabas
terminar y a duras penas algo
empezaba la mano
balbuciendo.


Hay una invitación de las nubes?
Que hay un llamado del pedazo de vidrio
sobre la tierra negra?


Tu modo de ver trasluce o brilla.
Pero al hablar ya no ves.
Y al leer...


La biblioteca es el cielo
y si el cielo callara oirías
como un haiku
el exceso de velocidad del pensamiento.


Memoria en trompe l’œil

 

La miré a paso rasante por el camino verde.
No era la pajarita que se puso
a galopar sobre el anca del caballo negro?


Y su camino rural empezaba
aunque hacía mucho de su nacimiento.


Aquí está el plato de aceitunas
sobre la mesa y los vasos de pis frío.

Sentado en la galería cada noche
seguías los renglones de una novela negra
bajo la ronda de los escarabajos.


Y nosotros bailamos alrededor
dieciséis años.


Vendrás a caminar hasta el vendedor de papas
y repollos?


Al menos, nos buscarás cuando termine la cabalgata
nocturna
                    - con el tordillo, el árabe, el overo rosado,


nos protegerás la infancia.

O de nuevo soy otra vez la mitad huérfana?

Los chicos, mientras mataban unos piojos, dijeron:
-todo
lo que vimos y pudimos tocar
te lo dejamos,


pero lo que no vimos ni agarramos
nos lo llevamos.



Meharis Mild and Sweet

Vaporcito encantado siempre cerca
de noche
en la pieza:
un estadio de mi evolución infantil


la compulsión


y el ritual
que me asegura por el único acto fijo
en el mundo flotante.


Soy esa máquina que puede explotar

 

remix de "Los deseos"
de Osías Stutman

 

Minutos antes de la sirena
a medianoche
disparé un cañón contra nadie
sólo por el estruendo y el humo.


No hubo ni luz ni diálogo
entre manifestantes de la pólvora:
la estrella comedida, la caña
que silba al huir de la botella
al cielo como una promesa reducida.


Sólo el cañón de mi mortero
que se puso negro y voló
con el ruido de la obediencia perdida.


De Fogata de ramitas y huesos

  

Abismos de luz

 


Bajamos los «caracoles»
que tenían forma
de un signo de interrogación,
en el Valiant de Beby y Eduardo Wynne.


La nieve fosforecía en la noche
y los faros alumbraban el precipicio
antes de girar. Miraba hacia atrás
el puro presente sin respuesta.
La tragedia, natural como la respiración,
fabricaba
la libertad lentamente.

 

De La indecisión

 

 Fragmento con palabras faltantes

al descubierto por una gran distracción

animada…

como porvenir. La indecisión

ante cada metamorfosis, la ceremonia

de la transformación en piras sucesivas.

…………………….. y la contención en una serie

de banda rumorosa contra el degüello.

Un impasse en el vientre de la ballena

adonde rueda el pedacito de tiza.

 

Cantito rodado. Miro bien arriba

el pizarrón. Lo colgaron

vertical al sacarlo del colegio de Francia.

Estoy obligada de nuevo

a ponerme en puntas de pie………


El robo

Sólo se veían los dibujos de la silueta

masculina en cada puerta.

En otra parte, para ellas, decía:

HACE LO TUYO.

La escritura, femenina.

El escritor, masculino. La mujer tiene

que robar y lo paga con diferentes condenas

según la condición, la época, el nacimiento

 

cuando fuiste

varios años analfabeta.

 

De vuelta de las vacaciones de invierno

en primer grado, no te acordabas

si debías escribir de derecha a izquierda

o viceversa.

 

Tu abuelo te enseñó caligrafía

en esas travesías por hojas y cuadernos

en lugar de pentagramas.

 

Buscaste tu música iletrada.

 

Tus notas de salvaje, tus malabarismos

sin intención. Copiaste

la inclinación al chico de la vuelta, sus letras.

Tenían un poder, una importancia, yéndose

al este se parecían a las crípticas de tu padre

«especialista en niños» (la primera placa).

Casi no podías dormir. Tenías que confesarle

tu conversión a la maestra, lo realmente

encomiable, la redondez clara que lograbas

imitando maestras ¡se acabó!

Fue como cambiar de partido, de sexo.

La angustia de decírselo. Su decepción

anticipada. La tecnología de la que se fue

apoderando tal pequeño yo.

De La Tiza de Poe

 

 

 

post

 

Como en período de inminencia de la utopía, sin inminencia ni utopía, yo también había puesto mi labor a la par de las otras labores o búsqueda de labores del día. Yo también subo y bajo y espero y trabajo como las putas chinas, como el hombre que pone la mesa en el restorán cabilio.

Zapatero, a tus zapatos ajenos.


No te escribí.

 

No te escribí

 

            y te perdí,

 

poema

de la caminata.

Buenas noches, flores,

buenas noches, papel.

 

Hola, transparencia de borde brillante.

 

Liaba o leía.

 

Humo, qué escribís?

 

TENGO QUE ESCRIBIR COMO SI LO HICIERA EN UNA LENGUA EXTRANJERA

SERA MAS FACIL SI DIRECTAMENTE EVITO EL COMO SI…

Y después ME TRADUZCO -COMO SE DEBE- A una LENGUA MATERNA

Dame pie

 

 

Tengo un dije

 

(5 poemas inéditos)

 

 

 

 

 


 

 

Roxana Páez

La beca Saint-Exupéry la llevó a París, donde obtuvo un Doctorado sobre poesía y espacio. Tradujo, entre otros, a Pierre Klossowski, Rachid Boudjedra, Michel Serres, Castoriadis, Méchonnic, Bernard Dort, Duchamp, Bataille, Darwich, Geneviève Huttin, Josée Lapeyrère.

Publicó los libros de poesía Gran distracción animada (1994), Las vegas del porvenir (1995), La indecisión (1999), Fogata de ramitas y huesos (2002, reed. 2009), Lettera rarissima, antología bilingüe (Marsella, 2007), Madre Ciruelo (2007), Serie de banda rumorosa (2011), Brindilles à sa flambée (2012, traducido con Geneviève Huttin), El diario de la china. Donde el diablo perdió el poncho y el zorro y la liebre se dan las buenas noches (ambas ediciones bilingües, 2012), Crying Body (antología virtual, 2015), Traversée (plaquette, 2016), Impasse de la ballena (Alción, 2018), La Tiza de Poe (Malisia, 2018) y La isla fosforescente (Pixel, 2021). Recibió el Primer Premio Nacional de Poesía del Concurso Enrique Pezzoni (1993), el Segundo Premio del Concurso Nacional de Poesía "La piedra movediza" (1994) y en 2010 Fogata de ramitas y huesos obtuvo el Primer Premio Internacional Juan L. Ortiz, al libro de poesía de la década.

Además de Manuel Puig: del pop a la extrañeza (1995) y Poéticas del espacio argentino (2013, Segundo Premio del FNA), sus ensayos más recientes figuran semiocultos en Contradegüellos, la edición anotada que realizó de la Obra Reunida de Francisco Madariaga (Eduner, 2016).

                                                                                                                                                                                                                     fuialrio@yahoo.fr


2 comentarios:

Mónica Angelino dijo...

Felicitaciones Roxana por tu premio Juan L Ortiz!!!

Un besossssss!!

Girla CR dijo...

¡Hola! No sé si la autora Roxana Páez ve estos comentarios personalmente pero me gustaría saber si hay algún modo de ponerme en contacto con ella, debido a que estoy buscando un dossier sobre Francisco Madariaga (en el que ella participó) publicado en la revista "El niño Stanton" en el núm. 4 del año 2007 y aquí donde estudio (Alemania) no lo consigo por ningún lado. Gracias por cualquier tipo de ayuda. Mi correo electrónico es yirlacr@hotmail.com