miércoles, febrero 21, 2007

YANINA MAGRINI




Somos dos. Mi poeta y este sinónimo de cuerpo femenino.
Tengo una relación constante con la vida cotidiana, con los objetos contemporáneos y urbanos. Los traigo, los escribo, los describo. Uso sus nombres, pero vivo extrañando dentro de ellos mi lado íntimo; Lo que quisiera manifestar pero que en el fondo no dejaría al descubierto.
La que escribe tiene la mirada brusca y llena de decepciones. La medida de la ironía me pierde, me fisura y a veces, hasta me traiciona. La consigna de mi escritura es abusar del sufrimiento áspero y conmovedor, es llevarlo al término de abrir el espacio. Quiero decir, dejar que el poeta sufra su encuentro con la palabra y que deje en ella su intuición, y su pensamiento tan oscuro como necesario. Todos tenemos una servidumbre adentro.
Tengo una relación constante con la vida cotidiana, con los objetos contemporáneos y urbanos. Los traigo, los escribo, los describo. Uso sus nombres, pero vivo extrañando dentro de ellos mi lado íntimo; lo que quisiera manifestar pero que en el fondo no dejaría al descubierto.
Hay espacios favoritos, situaciones que quisiera vivir junto al lector, por ejemplo, el silencio, la grosería, la realidad y la culpa como una parodia necesaria e inevitable.
No creo en las musas. Creo en el error, la vida cotidiana, la culpa, la memoria, la mentira.
Por lo general, mi desafío no sería solamente el escribir por el sólo hecho de hacerlo, sino el de transmitir un inmenso egoísmo.


Poemas


página 99

El diccionario de sinónimos
dice que
la idea
es una premonición,
que en la verdad
se revuelca la miseria,
que un descuido poético
desnuda la queja del gorrión.


Y
yo
sigo
buscando el antónimo
que canalice mis venas.


Un diezmo
que pueda entregar por mi rescate.


como si fuera real

Apenas pude llegar
y tomar algo que me acercó
hasta la mujer-actriz,
hasta el ridículo gesto adolescente
de doble riesgo.
Cruzar la puerta y sacarme este abrigo
que pesa como nadie,
también el zumbido de inconscientes,
de razonamientos que dan miedo
entre voces que no tienen señales,
entre recetas difíciles
contra todo caso de soledad;
o entre soledades
que
siguen
resistiendo
a
pesar
de
todo.


Ahora sólo quiero este espacio
de cortinas estáticas,
iridiscentes murallas blancas
absurdas
mudas.
Hacia el norte el círculo de sal
que no tiene mirada
ni llovizna
y hacia el Sur
el Sur.
El Sur en una noche más que perfecta;
sin mi mano
sin mi sombra,
con la cerveza helada
y ésta enorme porción de pizza
que rebalsa
como si fuera real.

no me tomes en serio

Te digo que este tiempo deja
mercurio
almíbar
huellas de vidrio roto.


Pisa los escombros
revienta las ciruelas
muerde los espejos
come
de mi uñas
bebe
de tu esperma.


Te digo que habrá más tiempo,
habrá preguntas que deberíamos olvidar
o no haber aprendido nunca.


Pero no creas todo lo que digo,
no me tomes en serio;


La niña todavía no se duerme.


herederos de la tierra

Deja de llover
cuando nacen extraños
que lideran procesiones subterráneas.
Cuando debajo de la puerta
se crían insectos suburbanos;
ciegos herederos de la tierra,
humanos
de membranas resistentes
y extremidades veloces
que atraviesan
desde lo más profundo de una fisura
la luz
de la noche que tiembla.


Deja de llover
cuando en el costado
de mi calle
hay un río de aguas negras;
cuando tengo un rincón oscuro
en mi bolsillo izquierdo
con todos los desechos
que arrastra la corriente.


por las dudas


Todo llega al fondo de la casa
en una tradición de muerte:
los papeles del adicto,
las muletas del inválido,
el placer de la mano sin cuerpo,
sin palabras que golpear.

Pero no todo muere desde el fondo, claro.

Tengo un puñado de ciruelas verdes
que quieren sobrevivir
entre paréntesis
con la puerta de atrás asegurada.

Por las dudas.
¿sabe?


yo confieso

Cuando le dije a mi abuela
que me había enamorado


me aseguró que sería otra víctima
de la impaciencia
y el olvido.


Tengo todo lo necesario
para comerme las entrañas;


amor, ansiedad
y memoria.


más por más

Sobre la mesa de luz
una cosa así
de temblores
y metamorfosis
en la punta de la lengua,
donde un epitafio sexual
dice que todo puede ser ambición;
desde los hijos
que van saliendo de mí
hasta el desequilibrio ciego
de mi única salida.


aviso

Cambio desparpajo femenino
por rengo de manicomio,
vestimenta de payaso
por traje de animal.
Cambio lirismo pegajoso
por digestión lenta,
pedazo de enfermo
por "lo bien que se te ve".
Cambio escrache
por amnesia
remiendo
por ficción.
Cambio sexo incongruente
y después
la incertidumbre del otro
por un poema de mierda.


Pequeño relato de un encuentro casual

¿Qué hace un cascarudo
con cara de jugador local
en mi tarro de basura
entre restos de yerba
dioses y adioses
vacíos cortantes
pollo a la portuguesa
corazón apretadísimo
cáscaras de mandarina
entregas desesperadas
puteadas irreversibles
hilos de mortadela
confrontaciones estúpidas
manzanas pasadas
propasadas
podridas
re-podridas?

Viene de la extraña similitud
entre la naturaleza mediocre
y el ojo inquisitivo,
entre su mínima indiferencia
y éste miedo de mariposa.



DeMiralo bien



Si te falto el respeto
capaz que ni siquiera te das cuenta.
A mí me da risa. Todo.
Te lo advierto:
escribo para nadie y ojalá nunca pienses como yo.
Medida o equilibrio
sería precisamente
otro
en mí;
ahí la hostilidad
el robo a los marmotas
lo extremadamente ajeno.


Yo hablaba de buscar compañía;
ignorancia
por ejemplo el derecho de arrogar el dolor
abusarlo mal
mostrarlo abierto en su payasada.


Quiero decir, alguien va a pagar por el error de ser
error mismo . . .
Pero no te incomodes, no te sientas mal.
Estamos solos.


Uno de los dos está haciendo de imbécil.


damearte

Y había una pila de alpargatas atadas con sisal.
Redescubrir a Rubens, por ejemplo, partiendo de la sorpresa
del instante fantástico,
perpetuo en obra de arte
o de hartazgo
o de (imagino) manifestación de gauchos descalzos
puteando en suerte, frente a una ventana de la misma sala.
Muestra adjudicada al sufrimiento de las partes (se dice)
que sangran sobre la no inteligencia de parecer no voraces
o transcurridos
o desgraciados en gracia de hacer estilo propio.
Aunque, parte sangrante, bien podrían ser las cuatro mil botellas
de malbec que Luigi Bosca sacó en homenaje a Jorge de la Vega. Y esto también es arte.
Y ya nadie distingue gaucho de guachada,
estilo de estilete
tela de Estela
o Laurita
o estímulo a qué precio.
A qué precio la diferencia.
A qué precio la diferencia.


de imagen y semejanza

Toda sombra merece tener el rigor de un perfil,
y su rebeldía, la genuina esencia del hombre solo.
Se dice que lo vital late siempre en máxima agonía,
como el Efigie dentro de un plano, por ejemplo.
Que Hlito sabe exponer su vacío inmóvil en un
cuadrado menos brusco
o menos justo
menos curvo
ocre, no sé. Eso.


No quiero hablar de la palabra cuando debe mostrar
imagen de vacío.


Si por el borde roto de un jeans se viera el muslo pictórico de la obra,
todo lo demás, no sería literatura.


envío a domicilio

Comprame un perro y no saques a pasear mi instinto animal.
Comprame un perro y un mantecol de esos bañados en chocolate;
sabés que el amor me deprime y el estómago reclama su consuelo.
Fijate si conseguís también el suplemento de cultura del día sábado
donde sale una nota a Boccanera que me pierde.
Bueno,
también me pierde Diego Rivera, Gardel y... Victor Sueiro.


Mandame todo con un cadete

Sucede que perfecciono bestias en un hotel de paso,
canastos con flores
y vírgenes en las esquinas.


había una vez un hombre


Ayer estaba leyendo un libro de cuentos, esos
en donde la princesa besa al sapo
y se convierte en calabaza.
No, no era así.
Donde el sapo besa a la calabaza
y se convierte en princesa.
No, no creo que el sapo haya querido
el lado femenino,
más bien, el sapo, podría ser menos justo
y llamarse a sí mismo hombre verde.
Pero esa es otra historia.
Esa es la historia del Increíble Hulk:
- "Había una vez, un hombre nervioso que se ponía verde cada vez que
le hacían notar que una transición no se rebuzna,
se concibe..."
pobre angelito?


(Diccionario Santillana.
Primera edición 1998.
pagina treinta y seis.)


ángel: Espíritu mítico creado por Dios, para su ministerio.


(Diccionario Santillana.
Primera edición 2001.
pagina noventa y siete.)


Hombre: Ser humano. Mamífero caracterizado especialmente por su posición erguida al andar, lo que ha producido un notable alargamiento de sus piernas. Este género de mamíferos, es el único que ha logrado formarse un medio artificial de vida por el cual se transforma a sí mismo ( homo sapiens).

-¿qué pasa?
¿Querés otra puta diferencia?


ellos (los inmunes), tienen el dominio y la maniobra,
el secreto
y la fórmula de la mismísima salvación;


lejos de nosotros
el no necesitar/se, querido,
y con eso,
casi que les basta.


cuando hablamos de golpe


Dejame ver dónde tenés el gemido,
los aplausos,
la súplica del perdón.


(Es temprano todavía y hasta las diez de la noche puedo cambiar el error de ser todo lo roto;
si el olvido moviera mi cama,
si trajera un relámpago
somníferos).


A ver, mostrame dónde guardás toda la estupidez del golpe;
o la víctima.


tras_lado

En algún momento de la noche
cuando toda grieta
deja de acumular rumores,
se retoma en estallido
el abandono.

Después,
irse:


instinto de no alcanzarse
hasta el final.


preguntame

Hace más de diez años mi abuela moría en una noche como ésta (y hasta la tres de la tarde nadie dijo boludeces).
Borde limpio o jornada en que fracasa todo intento de rebeldía.
(Mi abuela no iba a morirse nunca, y yo iba a aprender a tejer)
Arroz con leche, me quiero casar......................
Igual.
Ningún desarreglo abandonaría el desequilibrio de padecerme,
de ridiculizar
este frío de muertes incompletas.


.............................
.............................

Ahora, después de nada,
preguntame si me importa.


proyectito en bis


Queríamos un bar de extranjeros y desaparecidos, de warsteiner y cilantros.
Cada cosa en su lugar, dijimos;
yo haría panecillos de miel y tu música sería el ombligo del mundo.


Es así, como el alma busca un aprendizaje que duela,
una culpa;
el tajo que no tuve hasta que lo hice poema.


Ahora, cada vez que amanece
escribo en contra mío.


nada mas rubia

Nada mas fashion que una rubia sofisticada criando cuervos en la cornisa.
Nada más conmovedor que miles de cuervos devorando ojitos de hielo.
A quién le importa el secreto de una criatura helada;
lo que cae del sueño sobre la calle,
lo que las ruedan aplastan casi con dolor
sobre su abdomen.

Importa, sí,
arrastrar el desparpajo de una rubia tarada,
su mismo olor en el deseo
alcohol / maquillaje;


percha de madera con ropa de buena marca.


todavía

Esta mano, querido,
tiene que matar primero
la sombra de su carne.
Así se conoce el golpe
la gotera en la matriz,
cambio de pellejo
no de ropas.
Alguien llegó antes, querido,
sumó los cuerpos y su carencia
agitó huesos a manera de pochoclos
y dejó su dolor
sobre un lomo que resiste.


A mí, querido,
todavía me sangra la boca.


De, Avuso


Yanina Magrini


Yanina Magrini nació en la ciudad de Río Cuarto, provincia de Córdoba, Argentina, en 1972. A partir del año 2001, participó y ganó numerosos premios. Publicó en distintas revistas y suplementos literarios nacionales e internacionales. Integra varias antologías poéticas y páginas en Internet. Sus poemas fueron traducidos al inglés, portugués e italiano.

1 comentario:

marcelo insua dijo...

Muy buena la selecciòn de poemas , por si te interesa te dejo mi blog detrasdel.blogspot.com , somos un programa de radio de Bs. As. sobre mùsica y literatura, salimos todos los Lunes a las 23hs.
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Marcelo Insúa