Mi ritual es irregular. A veces estoy más cómodo a la mañana, otras necesito el silencio de la noche, cuando casi todos duermen. En algunos momentos me parece encontrar alguna indicación o pista para establecer un sistema, pero al día siguiente se derrumba. Mis manos no están en buen estado así que ya casi no escribo en cuadernos, que es lo que más me gusta. Mi superstición es usar siempre el mismo lápiz o lapicera hasta que se acabe. A veces uso la máquina de escribir, cuando los ojos se quejan, pero en general es en la compu. Me gusta escribir con música, aunque en algunos momentos me distrae. Más que un plan es un clima, algo que viví, leí. Alguna frase, algo que me llama la atención, una nube o restos de un sueño. Me gusta leer algo sobre el tema que estoy trabajando, insectos, estrellas o lo que pasa a mi alrededor. Descansar, sí, pero unas horas nomás, una noche. Es raro que escriba algo y no lo corrija. A veces me parece que me gusta mas borrar que escribir.
Procedimientos de escritura no sé, pero muchas veces hay algo flotando en mí, como una burbuja que es mejor no mirar demasiado.
Yo también escribo como y cuando puedo. Nunca sé si lo que empiezo a escribir va a terminar en la carpeta o en el cesto. Tiene mucho de andar a tientas. Algunas veces es placentero. Pero siempre vuelvo .
Poemas
una a una
las voy poniendo en el cuenco de la mano
para después dejarlas en la mesa
podrían ser pequeños cerebros
con deficiencias en la materia negra
acentuadas por cielo gris prolongado
pero son apenas semillas blancas
contraste aparente
por detrás de las segundas intenciones
el murmullo es monótono
no llega a eclipsar
el perfume de la mandarina.
***
quedarse dormido frente al monitor
las ideas se emborronan en la boca
tren subterráneo recorriendo dentaduras
cepillos y erosiones en silencio
mensaje cifrado en energía amarillenta
ellos
nosotros
mariposas de un día
evitando despedidas
hipotermia en el circuito
ola blanca reptando en los oídos
después vendrá otra vez el cuentagotas de la tarde
oscuridad diluida sin preludios
en un sueño sublingual.
las ideas se emborronan en la boca
tren subterráneo recorriendo dentaduras
cepillos y erosiones en silencio
mensaje cifrado en energía amarillenta
ellos
nosotros
mariposas de un día
evitando despedidas
hipotermia en el circuito
ola blanca reptando en los oídos
después vendrá otra vez el cuentagotas de la tarde
oscuridad diluida sin preludios
en un sueño sublingual.
De, Esa Tibieza colgada en la ventana
inédito.
***
el viento cambió
la noche huele a humo
eso no ayuda para el sueño
por motivos desconocidos
una ambulancia estalló esta mañana
raro espectáculo para los planetas
mensajes perdidos
entre los primeros grillos.
De, Equinoccios
inédito
Mi nombre es Jorge Naparstek, nací en capital el 3 de noviembre de 1953. Hace 22 años que vivo en Córdoba. Estudié composición con Oscar Bazán y Graciela Castillo, compuse música de cámara y electroacústica, toqué flautas, clarinetes y saxo alto. Escribo desde chico, pero siempre fue algo colateral, estaba concentrado en la música. Hasta que hace más de un año comencé un taller a distancia con Romina Freschi. Participé en la antología laplanatersuradelcolgar, y en varias publicaciones virtuales.
jorgena_@hotmail.com
1 comentario:
Querido Jorge:
De vez en cuando paso a leer tus poemas. Me conmueve esa foto y recuerdo el instante y el jardín en que fue tomada. Tu prima Silvia
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